Cuando estaba preñadísima y haciendo ya preparativos para la llegada del churrumbel mi hermana me dijo que no comprara toallitas de bebé que llevaran phenoxyetanol. Y mi cara fue como un poema ¿»Fenoxi..qué»?. Pues resulta que el Phenoxyethanol es un conservante que se empezó a utilizar hace unos 10 años debido a la retirada de la mayoría de parabenos por ser posibles agentes cancerígenos. De repente todo era «Sin parabenos», y ya nos sentimos felices y confiadas para volver a comprar sin problemas. Hasta ese preciso instante no fui consciente de qué era ese palabro. Por aquel entonces me puse a investigar sobre este compuesto y si mirais el INCI (International Nomenclature Cosmetic Ingredients) o composición de los productos que compráis veréis que la mayoría lo tiene.
Qué es el Phenoxyethanol
El Phenoxyethanol, o también llamado Fenoxietanol es un conservante que además es bactericida. Esto le confiere la propiedad de mantener productos en buen estado una vez han sido abiertos y expuestos al aire y a los gérmenes presentes en él. También se usa como fijador en perfumes, repelentes de insectos o tintes del pelo. Se encuentra en la naturaleza pero mayormente es fabricado de forma sintética para que sea más puro. Esta es su fórmula en cuestión
Vale, entonces ¿Cuál es la pega?
Pues el problema es que parece ser que hemos cambiado mocos por babas, parabenos por phenoxyethanol. Y es que este compuesto es bastante controvertido por varias razones:
En primer lugar según varios estudios científicos es peligroso en altas concentraciones. En la base de datos Skin Deep o EWG está clasificado como tóxico de de riesgo 4/10 y aporta estudios que lo avalan como alergénico, irritante, neurotóxico e inmunotóxico en altas concentraciones. Puedes mirar su ficha aquí. En el apartado «Data Gaps» dice que existen 297 estudios en la Biblioteca Científica de PubMed que pueden incluir información sobre su toxicidad. Y aquí los tienes, ahora hay muchos más, por si te apetece investigar un poco.
En Europa y Japón se ha restringido a un porcentaje máximo del 1% en productos cosméticos. Para productos de higiene infantil el porcentaje es de un máximo de un 0,4%. Esta recomendación la hizo en 2012 la agencia francesa ANSM (Agence Nationale de Sécurité du Médicament). Esto fue porque se descubrió que el Phenoxyethanol es tóxico por vía oral e irritante por vía ocular (siempre a altas concentraciones). También hablan de hematotoxicidad y hepatotoxicidad (tóxico para la sangre y para el hígado, respectivamente)
En 2008 se retiró del mercado la crema para pezones secos y agrietados de la marca Mommy’s Bliss por presencia de phenoxyethanol en exceso. La Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) alertó de su uso en madres que amamantan a sus bebés. Hubo evidencias de efecto depresivo en el sistema nervioso central que conllevaba una disminución en el apetito del lactante, vómitos, diarrea, dificultad para despertarlo, debilidad de las extremidades y cambio en el color de la piel. Desde luego, es para asustarse ¿no creéis?
Aspectos Técnicos
El phenoxyethanol en su metabolismo se descompone en ACETALDEHIDO (alergénico relacionado con dermatitis de contacto e irritación oftálmica y de vías respiratorias y con capacidad neurotóxica) y FENOL (capaz de disminuir la respuesta inmunitaria natural). El phenoxyethanol se produce por etoxilación (un proceso químico altamente contaminante) al hacer reaccionar fenol y óxido de etileno (que es un refinado del petróleo) a alta temperatura y presión. Debido a su proceso de fabricación, el phenoxyethanol está prohibido en en la mayor parte de certificados de Cosmética Bio. Tan sólo hay un sello de cosmética ecológica que lo permite, el Soil Association. Si te interesa saber más sobre los sellos de cosmética Bio, puedes echarle un vistazo a este enlace.
Toallitas húmedas, esas grandes aliadas ¿o no tanto?
Y después de todo esto vuelvo al tema que me trajo a investigar sobre este conservante: las toallitas. Que levante la mano quien no lleva siempre en el bolso un paquete por si hay que cambiar niño, o si ya no lleva pañal por si se mancha después de comer algo, o por si te manchas tú. Yo antes de ser madre es que no sabía ni que existían. Y de repente se volvieron indispensables en mi día a día para casi todo. Y me arriesgo a decir que el 80% de ellas llevan phenoxyethanol. Las de los supermercados, las de las tiendas de barrio, quizás se escape alguna de los herbolarios o parafarmacias (pero el precio tira para atrás). En fin, que al final si tienes una emergencia vas al súper y compras la que sea. Y chimpúm.
Y bueno, si sabes sobre esto te convences de que esta sustancia está en muy poca cantidad (máx 0,4%), pero va a una de las zonas más delicadas del bebé, su culete y en muchas ocasiones su boca (mucosas). Por si no lo sabes, las mucosas son las zonas corporales con mayor absorción de sustancias del cuerpo. Y aquí te dejo estas preguntas infernales para reflexionar ¿Cuantas veces le limpias el culete a tu bebé al día? ¿Y Cuantas toallitas utilizas para ello? Si a todo esto le sumas que tal vez el jabón con el que lo lavas a diario también lleva, su cremita de después del baño, y vete tú a saber qué más cosas, pues es motivo suficiente para que al menos, te plantees mirar los ingredientes de los productos que compras.
Cómo detectar el Phenoxyethanol en el INCI
Como ya te he dicho anteriormente, el INCI es la lista de ingredientes de los productos cosméticos. Al igual que en los alimentos, éstos van de mayor proporción a menor. Normalmente el Phenoxyethanol suele ir al final. Y está presente en un montón de cosmética, desde maquillajes, sombras, iluminadores, labiales, etc, hasta cremas, serums, champús y geles, desodorantes, bronceadores, exfoliantes, desmaquillantes, after shave, pasta de dientes, perfumes, productos de limpieza del hogar y un largo etcétera. Con nuestros productos personales pasa igual que con los bebés.
Las organizaciones restringen el uso a un 1%, pero si vas sumando tooodos los productos que puedes llegar a utilizar a diario y que lo llevan….¿Te das cuenta de lo expuestos que podemos llegar a estar? Además, como es un conservante barato mucha cosmética low cost lo lleva (y primeras marcas también, no te vayas a pensar). Y para pasar desapercibido en su formulación, tiene otros nombres. Aquí te dejo un pequeño listado de nombres que toma el compuesto pero que son el mismo perro con distinto collar.
Responsabilidad como consumidoras que somos
Como conclusión te digo que si bien es cierto que este compuesto está aceptado por practicamente todos los gobiernos del mundo, también lo es que hay suficientes evidencias de que muy bueno no es. Y si tenemos en cuenta la cantidad de pieles atópicas de nuestros niños y de cómo reaccionan a las diferentes cremas hidratantes, yo creo (y es opinión personal) que quizás esto tenga algo que ver.
Y tal vez ahora te estarás preguntando ¿y yo qué puedo hacer al respecto? Pues ese es el quid de la cuestión, amiga. Como consumidora tienes mucho, pero mucho mucho que decir al respecto. Porque lo que tú y todas hagamos condicionará el mercado. Con los productos veganos ha pasado así. Se ha empezado a visibilizar el no comer tanta carne y desde las industrias empiezan a dar alternativas, también en los bares y restaurantes. Pues con esto pasa exactamente igual. Te hago una pequeña lista de las pequeñas acciones que están en tu mano para intentar hacer que esto cambie:
– Sé consciente de esto. Cuando vayas a comprar, mira las etiquetas y procura elegir productos que no lleven Phenoxyetanol. Si las ventas bajan, las empresas se plantearán alternativas.
– Averigua más sobre el tema si te parece interesante, no te conformes sólo con una versión.
– Haz saber a las cajeras de tu súper si las conoces o a tu tendero de la calle que te preocupa este tema y que habría que buscar una alternativa mejor. O si tienes tiempo y ganas escribe a los supermercados para informarles de este tema, tienen buzones especiales para ello y siempre suelen responder.
– Hay mucha cosmética Low Cost que tiene productos libres de Phenoxyethanol y muchas marcas de las carísimas que también lo usan. La calidad no está reñida con el precio. Si quieres comprueba los ingredientes de los distintos productos que tienes en casa y verás.
– Dale una oportunidad a marcas de Cosmética Bio que no lo lleven. Quizás sea algo más caro porque su producción es mucho más limitada, pero te asegurarás un mayor bienestar y menos riesgo para la salud tuya y de tu familia.
– Si estás embarazada pide a quien quiera hacerte regalos de este tipo para tu bebé que tenga esto en cuenta y que compra marcas libres de phenoxyethanol.
– Y si ya tienes un bebé en casa, revisa ingredientes de toallitas, cremas, geles de baño, etc. Y busca alternativas más naturales, como lavarle el culete con agua cuando estés en casa, llevar en su bolsita paños de algodón que luego puedas lavar en casa y reutilizar. O usar aceites naturales como el de almendra dulce para después del lavado echarle en la zona del pañal que también le limpian genial. Si no, siempre puedes buscar marcas de toallitas que no lo lleves, que también las hay.
Si te ha gustado esta información, no te la quedes para tí. Difúndela para que llegue al mayor número de personas.
Un abrazo. Nos leemos.
Muy interesante el artículo!
Me he llevado las manos a la cabeza al ver los.productos de higiene y cosmética que tengo en casa!
Estaré atenta a partir de ahora.
Muchas gracias Amparo!! La verdad es que viendo la cantidad de artículos científicos que existen hablando de la toxicidad que tiene esta sustancia es un quebradero de cabeza buscar todo lo que tenemos en casa y descubrir que la mayor parte de las cosas lo tienen :S
Un abrazote!!
Muchisimas gracias por la informacion
Gracias a ti por leerme 🙂