Ando apurando los días…¡¡ayer cumplí 39 semanassss de preñez!! Y es que pensando que quizás en poco tiempo ya no pueda publicar tan seguido como quisiera, pues tengo que aprovechar ahora que ando un poco más tranquila…
Y es que tenía muy claro que quería tratar un tema bastante espinoso durante el embarazo…me refiero al ropaje premamá ¿Habeis visto lo que cuesta? Madre del amor hermoso, ¡¡qué pastizal!! Todo el mundo me dice siempre que «menos mal que te ha pillado en invierno, que te tocan los últimos meses de embarazo en verano y te puede dar algo». Pues bien, durante algunos meses pensaba que no tenían razón para nada, porque realmente en verano te pones cualquier vestidico y tan fresca, y no te tienes que complicar la vida con el tema abrigos/pantalones/medias, etc… Ahora a estas alturas debo decir que algo bueno tiene que tener parir en invierno, al menos en mi caso.
Y es que desde hace unos meses mi termostato interno anda «algo escacharrado». Yo, que siempre he sido bastante friolera, ahora tengo calor a todas horas, me despierto por las noches sudando a lo bestia, y estoy tan tranquila y de repente me suben los colores y calores de la muerte y me dan los siete males. Si esto me pasa en pleno agosto, creo que para mi genio, me muero. Así que bueno, no tiene que ser todo malo…
Pero claro, empiezas a engordar, tu cuerpo se hincha, fluctúas a lo bestia y yo no sé vosotras, pero a mí empezó bien pronto a molestarme casi todo lo que me ponía, bragas incluidas…un rollazo…si a todo eso sumamos que en invierno hace frío (para ser francos está siendo bastante benévolo, pero es invierno al fín y al cabo) y que necesitamos más ropa, esto se puede convertir en una hazaña ¿no creeis?
Pues este post es básicamente para comentaros los «pequeños trucos» que yo he seguido durante estos meses. Pido perdón por anticipado por lo cutre de las fotos y por lo parco de las explicaciones. Para empezar, no soy experta en moda. Es más, odio ir al son que marca fulana y mengano, lo que vienen siendo las famosas «tendencias». Ni sigo a bloggers ni nada de eso…y me pongo lo que me sale del Arco del Triunfo, teniendo siempre en cuenta que tengo un sobrepeso evidente e intento adaptarme a un estilo sencillo y cómodo. También podéis optar por la ropa deportiva, pero si tenéis que dar la cara al público en el trabajo pues tampoco se puede ir de cualquier forma, así que estos son los pequeños trucos que yo he seguido para aprovechar la ropa de invierno que tenía sin tener que comprarme apenas nada de ropa premamá.
LO PRIMERO DE TODO: LOS ABRIGOS: Llegará un momento en que veas con disgusto como tu abrigo habitual empieza a no dar de sí y los botones o la cremallera ya no abrochan, sobre todo y como es normal en la zona abdominal.
Pues bien, puedes optar por comprarte un maxi abrigo (cosa que no te recomiendo porque luego no te lo pondrás apenas), o como hice yo hace un par de años, elegir un abrigo de corte acampanado, en trapecio o tipo babydoll (más estrecho por arriba y luego se va ensanchando a medida que baja), más o menos como este:
No sé si es por la foto o por la pose, pero no se aprecia el corte. Aún así podéis ver que los botones tan sólo llegan hasta el comienzo del abdomen, por lo que puede dar mucho de sí. Y cuando vuelvas a tu estado normal, puedes seguir poniéndotelo tan ricamente.Al menos, ya que tienes que gastarte la pasta, que sea en algo que luego puedas seguir usando ¿no crees?
Otro tipo de abrigo que mola mucho son los ponchos. Yo tenía uno de hace más años que la guerra, pero no sé, no acababa de vérmelo puesto. Hasta que no podía ponerme otra cosa, y he echado mano de él. Ya te advierto que si lo que pretendes es pasar un poco desapercibida, es complicadillo, pero la verdad, te da un aire muy hippy, y mola 😛 (te lo dice una fan de Tarantino que piensa que es mejor decir que parezco una mexicana que una mesa pasiega de esas de nuestras abuelas con brasero abajo jajajaja) Así me queda:
Luego tienes otra opción: seguir usando tus abrigos de antes, pero cuando veas que no te abrochen (y no haga excesivo frío), puedes compensarlo con maxi pañuelos o maxi bufandas que queden colgando por delante, así nadie se percatará ni de tu panza incipiente ni de que tu abrigo se te ha quedado recortón, algo así más o menos estoy haciendo yo con mi gabardina, la cual tengo la tira de años y me encanta:
SEGUNDO PUNTO ESPINOSO: PANTALONES. Bueno, aquí sí que se pueden presentar problemas. En primer lugar, depende de lo que engordes. Por suerte en mi caso no ha sido mucho, pero la zona de la barriga hay que taparla sin comprimirla, y la ropa premamá como ya hemos dicho es bastante cara.
¿Y qué podemos hacer? Bueno, en primer lugar, que quizás esto debería de haberlo dicho al principio de todo, PREGUNTAR A FAMILIA Y AMIGAS a ver qué tienen ellas y si podrían prestarte algo que fuera de tu talla para poder ponertelo durante los pocos meses que te dure el barrigón nivel melón. En mi caso me han dejado jerseys súper molones sobre todo de mis amigas, y de mi hermana cayeron unas mayas negras muy versátiles que he estado usando casi como mi uniforme de batalla, otras que tenía yo ya dadas de sí que he podido aprovechar maravillosamente. Otras marrones que tenían una goma muy ligera y que también he estado poniendomelas casi a diario. Y luego están los vaqueros. Y como no tenía ninguna gana de gastarme de 40 a 70 pavos en unos vaqueros adaptados , estuve indagando en varias páginas hasta que dí con un invento la mar de apañao para hacerte tus propios vaqueros premamá, con un pantalón básico baratico y unas mayas viejas que tenía medio rotas por la zona de la entrepierna, con la inestimable ayuda de mi madre que es una máquina para hacer apaños. Así me quedaron los míos:
Lo que hemos hecho ha sido cortar la cinturilla del vaquero, así como la zona de la cremallera que es lo que aprieta, y como las mayas eran mías y tenían mis medidas, mi madre sólo ha tenido que colocarlas «dentro» de los vaqueros, marcar por donde cortarlas, y luego coserlas (a mano o a máquina). Os dejo un tutorial donde podéis encontrar algo parecido a lo que yo tengo, por si os interesara.
Nosotras lo hicimos un poco diferente del tutorial (cortamos también la zona inferior del pantalón) porque nos fijamos en un pantalón que se había comprado mi hermana y que no me entraba de ninguna manera. Podéis optar por cualquiera de las dos opciones, pero yo personalmente he ido la mar de cómoda de esta forma, ya que toda mi barriga ha estado «contenída» en la zona elástica, con lo que me ha resultado muchísimo más confortable desde el primer momento. Y para muestra un botón:
TERCER PUNTO: APROVECHAR TU ROPA PARA VESTIR DURANTE TU EMBARAZO: ¿Cómo vistes habitualmente? ¿Con ropa ajustada? ¿Ropa holgada? Yo soy de la opinión que durante el embarazo lo mejor es seguir con el estilo que te caracteriza con la mayor de las normalidades (aunque bueno, a veces aprovechar la barriga para crear estilos rompedores también mola, ya depende de tí)
En mi caso, no he variado absolutamente nada: casi siempre utilizo leggins y blusones, y es lo que he seguido poniéndome, aparte de camisetas y vaqueros, que, si bien es cierto que ahora tendrás un aire un poco diferente, aunque la parte de arriba te quede un poco ajustada, mientras tú te sientas cómoda no habrá ningún problema. Estos han sido mis «»uniformes de diario» estos últimos meses:
Como veis todos la mar de normalitos. Y es la ropa del invierno pasado y del que viene, con tejidos más bien elásticos que aunque fluctúan contigo, luego vuelven a su sitio, exactamente igual a cómo debería hacerlo tu cuerpo (toquemos madera para que así sea).
Luego por ejemplo, y en mi caso es una ventaja, me gusta mucho utilizar también ropa de «corte imperio» (justo va cortada por debajo del pecho). Con esto disimulas un poco la barriga y los caderones, y ensalzas el pecho. A mí me gusta mucho usar este tipo de prendas habitualmente, porque creo que me favorecen y me disimula parte de mis «lorzas». Mientras he podido usarlas lo he hecho, y lo seguiré haciendo después del embarazo.
Como podréis apreciar, la ropa se va adaptando a mi cuerpo (se aprecia bastante más en el tercer vestido. Sólo me lo he puesto en dos ocasiones porque no estoy acostumbrada a tanta estrechez, pero lo cierto es que me ha gustado usarlo con el embarazo porque ha sido una experiencia completamente diferente). También podéis aprovechar en alguna ocasión especial para poneros alguna camiseta o vestido elástico molon que antes os estuviera ajustado (y ahora te puede servir de megafaja, mientras no te comprima y te permita respirar normalmente, claro) Yo en concreto tengo una que me regaló mi madre de esas de «neopreno» que me hacía ilusión ponerme para ver el efecto barriguil, y bueno, no me disgustó la experiencia tampoco. A ver qué os parece:
Como esta camiseta es de manga corta, también suelo usar rebecas y pañuelos, como ya os he dicho. Por desgracia no tenía ninguna a mano cuando me hice la foto, pero van genial cuando salís, porque en la calle hace frío, al entrar a los sitios si tienen la calefacción muy fuerte hace mucho calor. Así que lo mejor es usar la «tecnica cebolla» de capa sobre capa, y a medida que hace frío o calor, te vas poniendo o quitando prendas. Eso y un buen bolso para guardar lo que te vas quitando son unos de los mejores inventos para los inviernos 🙂
Os puedo decir que yo he cogido a día de hoy 10 kilos más desde que me quedé embarazada, y que a pesar de ello, el único gasto que he hecho ha sido el de los vaqueros (que fueron 7 u 8 euros) y algún camiseto así de capricho. Si pensáis que podríais necesitar mucha ropa, yo os recomendaría que primero echárais mano de vuestro fondo de armario y luego si hay que comprarse algo, en vuestro lugar yo optaría por vaqueros que creo que es la prenda más versátil, al igual que unos leggins negros, que los puedes usar para hacer deporte, irte a caminar o bien para combinarlos con prendas más elegantes y botas.
Espero que mis experiencias os hayan servido de algo..
¡¡Abrazos!!
Me ha encantado llanos! Escribes genial, parece que te tengo al lado contandomelo todo 😉 Yo lo que más noté fue los sujetadores, el abrigo y las camisas que no abrochaba ni una. Me pasaron ropa tres amigas, pero eran tres estilos distintos y me veia raramuy rara. Usé sólo alguna maya y vaquero. Yo estaba embarazada en invierno, así que tiré mucho de medias tupidas y vestidos 🙂 un besazo! El pantalón me lo hago!! Me encanta la parte bajita que has dejado sin vaquero.
Uff…yo las camisas las dejé aparcadas desde el primer momento, siempre han sido una asignatura pendiente para mi cuerpo serrano. Y los sujetadores son también un capítulo aparte del que me gustaría escribir más adelante porque me las he visto y deseado estos últimos meses. Si necesitas consejo sobre el vaquero sólo dímelo, que mi madre se pone y en una tarde te lo apaña 😉 Lo bueno es que ahora tú tendrás una experiencia completamente diferente, así que luego podrás contarme si la gente realmente exagera con eso de parir en verano. Un besazo enorme!!
Me encantan tus post!!! te admiro por lo sencilla que eres. Un besico guapa y ya me enseñaras más trucos…. Jiji…. a.ver si te viene ya q tengo más ganicas d verle esa carita. T
Mil gracias bonica!! Eso de escribir finolis nunca ha ido conmigo jajajaja. En cuanto haya novedades te aviso, ya lo sabes. Besazo!!