Llevaba un montón de tiempo queriendo probar esta marca, pero me tiraba para atrás los precios que manejan, que son prohibitivos. Y con la excusa del blog y de probar cosas nuevas, al final he decidido darme un caprichito y hacer un pedido. Para quien no conozca LUSH, es una marca anglosajona, que hace sus productos de cosmética a mano, son frescos y sobre todo y esto es lo que más me gusta, son totalmente contrarios al testado en animales, están bastante comprometidos con el tema ecológico y la protección medioambiental y también con el comercio justo, colaborando con distintas ONG´s. Tiene varias tiendas en Madrid, Barcelona, Santander y Mallorca, pero si no tienes acceso a las tiendas físicas, siempre te queda internet para saber más de ellos.
Después de conocer todos estos datos, me faltó tiempo para echarle un ojo a su página e indagar sobre los productos a ver qué tenían. Una cosa interesante es que aparte de la descripción y el modo de uso, también publican los ingredientes que llevan. Y algo que las chicas de los foros me constataron es que aunque son productos veganos y te garantizan que ninguno de sus ingredientes adquiridos proceden de empresas que los han testado en animales, llevan bastante química. Vamos, que no son naturales del todo. Por ejemplo, utilizan los parabenos como conservantes (que actualmente están mal vistos y se intentan evitar porque son alérgenos y suelen provocar reacciónes alergicas como dermatitis cada vez en más gente. También diversos estudios han relacionado los parabenos con la incidencia de cáncer de mama en las mujeres porque imitan la acción de los estrógenos, hormonas que en ocasiones aumentan el crecimiento de tumores). Los usan en muy baja dosis, y según su página esto no provoca daño alguno. Así que bueno, lo podemos creer…o no, eso ya queda en la opinión de quien compra y consume. Ahora, yo os digo que si lo llego a saber antes…que siempre me pasa igual, que aprendo tropezando y a base de darme morrazos una y otra vez, ains…
A lo que voy, que pedí varios productos, y en menos de día y medio los tenía en casa…tuve que pagar casi 5 pavos de gastos de envío (que me salieron del alma) pero era tanta la emoción que me dió lo mismo. Esto fué lo que pedí:
Me moló mucho el paquete porque además de la premura en recibirlo, en el pedido me dijeron que señalara 2 productos entre varios que había para probar en tamaño tamaño muestra. Y sin embargo me enviaron 5 muestras, lo que me llenó de dicha…temporalmente jejeje.
Os comento los productos que pedí uno por uno según los fui utilizando por si teneis intención de pedir alguno igual:
1) Stepping Stone, exfoliante para pies.
Me encantó la idea de probar un exfoliante que lo tuviera todo, aceite esencial que nutra, perfume (que no me hace hace falta, no me huelen los pinrreles, pero mira, todo se agradece) y piedra pómez para exfoliar los pies que con el calzado de verano se quedan fatal, al menos a mí. Pues primer disgusto, el paquete en cuestión vino hecho cisco, roto por todos lados y todo el envase lleno de polvo verde.
Estaba súper positiva, así que me dió lo mismo, me fui a exfoliarme los pies a ver cómo se quedaba…primero remojas los pies en agua caliente, coges un poco de polvo y lo frotas contra durezas o piel escamada. Y bueno, después de frotar un buen rato, lo único que me exfolió y suavizó fueron las manos, los pies me los dejo verdes, y huele tanto a cítrico que a mí me recordó a los insecticidas. Igual es porque con el embarazo estoy demasiado sensitiva, pero lo cierto es que en ese momento me acordé de la santa madre de muchos que habían comentado que este producto era lo más de lo más. Chascazo número 1.
2) Dirty Thooty Tabs (Dentífrico en pastillas)
Uf, esto me pareció súper novedoso, ¡pastillas para lavarte los dientes! El envase es súper pequeño, pero encantador, aparece hasta la foto de quien ha realizado las pastillas, tiene mogollón de cositas para leer (muy útil cuando vas al baño y no tienes nada a mano 😉 Y se ahorra en recursos, el papel se recicla, nada de tubos ni de historias, todo súper ecológico, tiene que conquistarme a la fuerza. Leí muchos comentarios y elegí este porque decía que su sabor era mentolado y agradable.
Básicamente para usarlo hay que morder una tableta (tiene 40) y empezar a cepillar. Pues en ese momento un sabor mentolado que dura apenas un instante para ser luego sustituido por otro horroroso invade tu boca y empiezan a salirte espumarajos como si fueras un perro en pleno ataque de rabia mientras te cepillas. Al final los dientes sí que es cierto, te quedan especialmente limpios y se te ven más blanquitos, supongo que por el bicarbonato. pero a mí me queda un regusto súper raro en la boca. Si ahora con el embarazo es como ir mordiendo un cacho de hierro todo el día, le sumo esto y vamos…le hago honor al título del mundo de sensaciones pero a lo bestia…uffff!! :S
Al final como no voy a tirar las tabletas (que valen lo suyo), estoy minimizando el usarlas partiendolas por la mitad y dividiendo los espumarajos en dos cepilladas. Y con el regusto…bueno, como he cogido la costumbre de llevar en el bolso jengibre para comer, sigo con ello.
3) New Charity Pot (Lata de hidratante corporal)
Después de leer la descripción, este producto tenía que comprarlo sí o sí. Es autoconservante, y lleva Ilang Ilang (un aceite esencial que me vuelve loca perdía) además de que destina el total del producto (excepto el IVA) a ONG´s y grupos de acción para «causas por las que creen que merece la pena luchar» No especifica más pero a mí me conquistó de verdad. He de decir que este producto sólo cuesta 1,50 €, o sea que poco le dediqué con ello a proyectos solidarios, pero me apetecía, antes de desembolsar más dinero (hay tamaños mayores), probarlo a ver. Y bueno…entendía que no sería muy grande pero lo cierto es que el tamaño es tan irrisorio que hasta da pena (es más pequeño que los botes de muestra)
El aroma es muy sútil y huele mucho más a geranio que a Ilang Ilang, por desgracia para mí, pero no es desagradable. La textura es densa, untuosa. Se absorve bien y aunque la piel queda bastante hidratada, se nota como si llevaras una ligera capa cerúlea en el lugar donde te has dado la crema (no sé si me explico, es cómo cuando la piel queda suave pero un poco pringosa al mismo tiempo). El olor no aguanta demasiado tiempo en la piel, al menos en la mía. Como la latita es tan pequeña la voy a usar con cuentagotas, quizás parra ponerme en el pecho ahora «con la crecida» tal vez me vaya bien, ya os contaré qué tal.
Y dejo aquí este post y os sigo contando mañana que me han dado las tantas y mañana el madrugón me va a saber a cuerno quemado.
Saludos y gracias por leerme!!!