Hola a tod@s, espero que estéis pasando un veranico agradable. Nosotros con nuestra rutina, teta, siesta (ahora en una de ellas), baños, pañales…y en contínua adaptación del día a día. Teo es un niño la mar de observador y muy despierto, así que casi todos los días nos sorprende con alguna cosita nueva, lo cual es maravilloso.
Y bueno, llevo un montón de tiempo sin escribir un post (para variar desde que el peque nació), pero he decidido priorizar el seguir escribiendo porque vamos pasando etapas, o madurando otras, y entrando en nuevas, las cuales me parecen muy interesantes y me apetece compartirlas. Así que esta vez me gustaría hablaros de la LME (Lactancia Materna Exclusiva) y de lo que está siendo mi experiencia en estos cinco meses de vida de mi peque.
Cuando estamos embarazadas y vamos a las clases de preparación al parto, o bien a la matrona, o te encuentras con alguna mami reciente, la pregunta de «¿Piensas darle el pecho?» es siempre bastante recurrente (yo la hago demasiado a menudo también, así que…). Cuando estábamos en el hospital, todas las enfermeras al principio, la pediatra, y la familia en ristre también me hicieron la misma pregunta. Así que desde luego, era una de las decisiones que sabía que tenía que tomar y que de una forma u otra condicionarían la crianza del peque. Y mi vida, desde luego.
Debo decir que yo he sido criada con biberón, en contraposición con mi hermana tres años menor, que tomó teta hasta los 18 meses. Y a efectos de crianza, no ha habido excesiva diferencia entre ella y yo (de que yo enfermara más a menudo, etc…) Pero he de decir que desde que supe los motivos por los que mi madre no me dió pecho, me jorobó bastante y me hizo plantearme muy mucho qué sería lo que yo iba a hacer (básicamente porque mi madre al ser primeriza, era bastante influenciable, y mi abuela y sus hermanas, al ver que yo lloraba mucho porque me daba teta cada 3 horas y yo me quedaba con hambre, le dijeron que su leche no era buena…y me enchufó un biberón y como me callé, asunto resuelto…ains). El no saber lo suficiente se ha cargado un porrón de lactancias maternas, al seguir corrientes sin sentido, como lo de pactar un tiempo entre toma y toma (tú cuando tienes sed ¿bebes? ¿O te esperas dos horas porque hasta las 6 no te toca?) o establecer un tiempo fijo para alimentar a tu bebé (hoy en día al salir del hospital te siguen dando un informe que dice que la pauta de la lactancia son 15 minutos en cada pecho y luego esperar 3 horas entre toma y toma…exactamente igual que le dijeron a mi madre hace 39 añacos…manda narices…)
Pues bien, en mi humilde opinión yo creo que si te informas de lo que los organismos pediátricos más relevantes nacionales e internacionales dicen al respecto de la LME, como la OMS (Organización Mundial de la Salud), la Academia Americana de Pediatría o la Asociación Española de Pediatría por citar algunas, serás consciente de que dar la teta es el método natural y de referencia para el bebé de forma exclusiva desde el nacimiento hasta los seis meses. Creo que nuestra obligación como padres es estar informados de todo aquello que afecte a nuestro bebé, y si luego decidimos hacer una cosa u otra, todo es respetable al 100%, ya sea por comodidad, por salud, por problemas o por cualquier otro motivo. Desde que me embarqué en todo esto, no he encontrado más verdad en otra afirmación que en esta:
«La mejor decisión es la que hace que una madre, (o unos padres) sean felices para que le puedan transmitir esa felicidad a su hijo»
Dicho lo cual, os cuento sobre mi experiencia. Yo he leído todo lo que ha caído en mis manos sobre el tema. Además, mi hermana y mi sobrina de dos años han sido una grandísima referencia para mí, todo lo que veo que a ella le ha ido bien, intento ponerlo yo en práctica. El tema de la teta ha sido uno de ellos (23 meses de lactancia). Antes de preñarme era una gran defensora de la lactancia, pero la verdad es que a medida que avanzaba mi embarazo me iba dando un poco de canguelo, porque iba preguntando a mamis, o ellas me contaban cómo era su experiencia, y la verdad, empecé a ser consciente de que era bastante más complicado de que yo esperaba: dolores, grietas, mastitis, uffff….empecé a pensar que mejor ir sin expectativas y que con mente abierta quizás fuera mejor la cosa. Que siempre sería mejor dar un bibe con alegría que la teta «amargá perdía». Pero claro, yo no tomo leche de vaca (la leche de la madre tiene que ser para su cría), y el tema de la leche de fórmula me daba una cosa «que pa qué te cuento». Entre eso y los libros que he ido leyendo, a última hora me emperré en la teta de nuevo. Y me costó, pero lo conseguí 🙂
Por eso, si estáis interesadas en dar el pecho a vuestro bebé, creo que leer este libro es IMPRESCINDIBLE para saber todo lo referente a la lactancia materna. Se trata de «Un regalo para toda la vida» del pediatra Carlos González, ed. Temas de Hoy (también está en formato de bolsillo, ed. Booket). Ir preparados para lo que está por llegar te supone una gran ventaja, sobre todo si luego algo falla y no sabes por qué la cosa no va bien.
Este es un libro maravilloso, escrito de forma amena y que desmonta de manera magistral un montón de mitos sobre la lactancia materna, que por desgracia y por desconocimiento ha hecho que muchas madres dejaran de amamantar a sus bebés y «les enchufaran el biberón», igual que le pasó a mi madre, y a muchas otras mujeres. Hace un repaso por el embarazo, el parto, la alimentación, y aspectos más concretos como tratar los cólicos, sobre los pipís y las cacas, de curiosidades de los niños de pecho y estudios realizados, sobre distintas corrientes, de cómo tratar posibles grietas o molestias típicas, etc.
Quisiera resaltar dos aspectos que en mi opinión son los más interesantes del libro, que tal vez sea «de cajón», pero si tienes una vaga idea y/o personas que tampoco saben te influencian o aconsejan, probablemente no se te ocurra: y es que:
- LA TETA ES EXCLUSIVA (no se le da nada más, ni se le suplementa con nada durante los primeros 6 meses), y
- VA A DEMANDA DEL BEBÉ (él decide cuando y cuanto quiere tomar, tú sólo le ofreces el pecho y él mama hasta que se que duerme o se queda satisfecho).
En el libro se dicen cosas interesantísimas, como el tema de la composición de la leche, la cual al principio es rica en agua y azúcar, ideal para cuando el bebé tiene sed. Y a medida que va tomando más cantidad, la leche se va enriqueciendo y contiene las calorías, grasas y proteínas necesarias para su alimentación, De esto se deduce que lo de darle 15 minutos de cada pecho es bastante contraproducente, porque así no acaba de llegar a la parte nutritiva y no se alimenta. Y por esta razón las tomas varían dependiendo del bebé, que es quien decide cuanta leche tomar, si hace las tomas largas tendrá más hambre y si las hace cortitas, sólo será sed.
Otra de las cosas que te ilustran enormemente es el funcionamiento de la producción de la leche: es el bebé el que la estimula por medio de la SUCCIÓN. Cuanto más succiona, más se estimula la salida de la leche, y cuanto menos, menos leche saldrá. En el momento en que decides que vas a complementar la teta con algún biberón de fórmula, saltándote una toma (por ejemplo para descansar por la noche) tu producción irá descendiendo poco a poco hasta que no te quede más remedio que pasarte a la fórmula del todo. Así que lo mejor es que sigas tu instinto sabiendo estas cosas y decidas con conocimiento de causa lo que quieres, y cómo lo puedes llevar a cabo, sin malas influencias, ni consejos que luego te puedan hacer arrepentirte.
Cuando Teo nació yo estaba asustadisima por el tema de la «subida», ya que al haber sido cesárea se supone que tarda mucho más. Pues desde el momento que lo tuve en brazos, a la teta derecho, todo el tiempo que pude. Con esto se consiguen dos cosas: la primera es que estimulas con la succión que te suba la leche lo antes posible, y la segunda es que el bebé es alimentado con el CALOSTRO, una sustancia rica en proteínas y sales minerales que lo nutren hasta que le puedas amamantar. En mi caso, dí a luz un viernes a las 12, y la subida me dió el sábado por la noche (unas 36 horas, con lo que creo que la cosa fue bastante rápida)
Ahora, que no te engañen…DAR LA TETA ES MUY DURO. Al menos las 4-6 primeras semanas. Si eres una de esas afortunadas de las que tu bebé se enganchó sin problemas y a tí no te dolió nada, eres afortunada hija….porque la mayoría de las mortales vemos las estrellas y el firmamento en pleno cada vez que ese maldito hijo de Satán quiere teta. Y es que entre las hormonas totalmente descontroladas, los dolores de la cesárea o la episiotomía, el adaptarse a la nueva situación, las visitas…se te puede hacer un mundo todo. Y no es para menos. Nadie dijo que esto fuera fácil. Si te sirve de consuelo, después de 5 meses dando la teta, te puedo asegurar que echando la vista atrás todo este proceso ha sido la mar de enriquecedor, que te pone a prueba a tí misma en multitud de ocasiones, y en todas acabamos venciendo, decidamos lo que decidamos, porque la conclusión es que sacamos adelante a nuestros hijos, y eso es lo más bello de ser madre.
Y es que los bebés nacen con el instinto de mamar, eso está claro….el problema es que nosotras para variar, no tenemos ni idea de cómo hacerlo. Y hay que tener en cuenta el agarre, la posición que adoptáis tanto tú como tu bebé al hacerlo, que tu peque no tenga frenillo y le dificulte así la lactancia…¡¡mil cosas!! Date cuenta que las primeras semanas las tomas son muy largas y frecuentes porque el peque tiene poquita fuerza para mamar y le cuesta mucho tiempo, y cuando lo consigue, enseguida digiere la leche y vuelta a empezar …no es nada fácil. Si tiene un mal agarre provocará que te salgan grietas, que duelen una barbaridad, así que por eso te digo que si estás convencida o al menos te planteas amamantar a tu bebé como una opción, te asesores antes, leyendo, viendo foros y tutoriales de Youtube o consultándolo con alguna asesora de lactancia.
A mí no me salieron grietas, pero me dolía muchísimo, sobre todo el pecho derecho…una tortura vamos, en un sitio tan sensible como es el pezón. Estuve usando pezoneras, el sacaleches, me echaba cremas y aceites a todas horas, y tuve que contactar con la asociación de madres lactantes de Almansa, ALMAMANTA, que me ayudaron muchísimo a quitarme inseguridades, me guiaron sobre cómo hacerlo y sobre todo, me dejaron bien claro que esa situación iba a ser temporal, que formaba parte del proceso de adaptación. Y no se equivocaban.
Cuando por fín ese proceso de adaptación se produce, te puedo asegurar que alimentar a tu hijo es simplemente maravilloso. Se crea un vínculo increíble entre los dos, un día descubres cómo tu bebé levanta la vista y te mira mientras mama, y es una sensación indescriptible, al igual que cuando, de repente, empieza a acariciarte el brazo, o la mano. Y cuando acaba se despereza y podrías morir de amor viendo como estira esas manitas y sus pequeñas piernas. Y luego sonríe. Te sonríe cuando ve que sacas la teta, cuando mama, cuando juega con tu pezón, cuando se suelta…para ellos es algo fundamental, no sólo para alimentarse, sino como consuelo cuando están molestos, o les duele algo, o lloran por cualquier razón. Y si bien es cierto que «sacarte la teta» en donde sea cuando tu hij@ reclame comer es un poco engorroso, cuando te acostumbras, descubres que te da bastante más autonomía que ir con los biberones, el agua caliente en un termo o ir pidiendo en los bares que te calienten el agua, sobre todo en viajes o en salidas de más de dos o tres horas (que necesitas más bibes). Piensa que es algo natural y si a alguien le molesta, simplemente que no mire.
También el tema de la lactancia tiene ciertos inconvenientes, y es que tu hijo depende absolutamente a casi toda hora de tí, con lo que tu vida se ve bastante limitada a ese respecto. Pero lo dicho, hay que empezar a asumir que esta es una etapa más, y cuando menos te lo esperes, ya se habrá pasado, así que merece mucho la pena vivirla, disfrutarla y asumir esas limitaciones como temporales. Además, siempre puedes ir haciéndote un banco de leche y tener reservas por si alguna vez tienes que salir, dejarle a alguien un biberón con tu leche preparado. Yo he tenido suerte porque Teo ha aceptado bastante bien los biberones (utilizo la tetina Calma, de la marca Medela, y me va de maravilla)
Aparte de las reservas de leche, os dejo algunos consejillos que a mí me han ido genial a la hora de dar la teta:
- Observa a tu bebé. Te darás cuenta que cuando tiene hambre primero se agita, mueve la boca…y al final llora. Es importante anticiparte a ese momento del lloro, porque te darás cuenta de que si lo pillas a tiempo, estará mucho más tranquilo y se calmará mucho antes.
- Si no haces COLECHO (dormir con el bebé), o no te lo has planteado por miedo a aplastarlo (lo cual es bastante improbable), existen cunas con posibilidad de colechar, quitando la parte que se queda pegada a la cama. Teo duerme conmigo porque mi cama es suficientemente grande para los dos (aunque hemos dormido los dos perfectamente en una cama de 90), y lo cierto es que teniendo al bebé cerca, te despertarás casi al mismo tiempo que él empieza a agitarse por el hambre. Por lo que te decía en el punto anterior, las noches son importantes, porque si llora se espabila y luego os va a costar bastante dormir a ambos (siempre según mi experiencia, claro, igual tú tienes suerte y caes como un tronco las dos o tres veces que te toca darle de mamar a lo largo de la noche 😛 ) Yo al final, como lo tengo al lado, dejo que mame poniendonos los dos de lado frente a frente y solemos dormirnos los dos así. Por las mañanas soy incapaz de recordar cuantas veces le he dado de mamar…pero ganas en sueño, que es algo bastante importante.
- Yo utilizaba un COJÍN DE LACTANCIA cuando el bebechu era pequeñito y me fue divinamente. Las tomas iniciales suelen hacerse eternas, y una vez que consigues la posición óptima para que el bebé agarre y no te haga daño, luego tu postura debería también ser cómoda, o acabarás hecha un cuadro y te dolerá hasta el alma después de tanto tiempo sentada en la misma postura.
- BEBE MUCHA AGUA. Mucha es poco….¡bebe toda la que puedas! Yo necesitaba (y sigo necesitando) más de tres litros diarios. Y es que cuando el bebé se suelta…a mí por lo menos me entra una sed repentina y brutal que parece que estoy en medio del desierto después de haber recorrido 10 kilómetros a pleno sol…bufff. Dejarte una botellica de agua cerca de la cama por las noches será una muy buena opción.
- NO TENGAS MIEDO de contactar con alguna asociación cercana a tí si tienes problemas, o de participar en foros haciendo consultas si crees que algo no va como debiera. Normalmente saber que tú no eres la única a la que le pasan las cosas, y que hay tanta gente con tus mismos miedos e inquietudes ayuda bastante. Además, hay un montón de páginas y grupos de consulta en Facebook y en foros donde Asesoras de Lactancia con mucha experiencia te podrán aconsejar bastante rápido y bien. Te dejo más abajo páginas interesantes para curiosear por si te hicieran falta.
Aquí van algunos enlaces de interés si queréis más info sobre el tema:
http://albalactanciamaterna.org/ (Grupo de referencia, con foros donde están casi todas nuestras dudas y respuestas a todos ellos. También tienen grupo en Facebook)
http://www.maternidadcontinuum.com/category/lactancia/ (Un blog interesante sobre lactancia)
http://newborns.stanford.edu/Breastfeeding/ABCs.html#ABCs (está en inglés pero tiene imágenes estupendas sobre el agarre del bebé al pecho, de cómo tiene que evertir sus labios para que no te provoque heridas en el pezón)
http://newmomoldsoul.blogspot.com.es/2013/06/breastfeeding-from-beginning.html (también en inglés, pero con imágenes y vídeos la mar de útiles)
http://e-lactancia.org/ (una vez que estés dando pecho esta página es utilísima, ya que te indica el riesgo que supondría cualquier medicina que tuvieras que tomarte, o principio activo, o plantas, y si estos son compatibles con la lactancia)
Espero que os haya servido este post. Si tenéis alguna duda, o queréis contarme vuestra experiencia, será un placer para mí leeros 🙂
¡¡Abrazos!!
Hola!
No he podido dejar de comentarte, tu experiencia se parece mucho a la mía, lactancia de 26 meses por ahora en mi caso, y también creo que lo mejor que me ha pasado ha sido leer el libro de Carlos González
La lactancia es muy sacrificada, pero está más que científicamente demostrado que es la alimentación óptima, por no hablar del vínculo con tu bebé que es súper-especial
He llegado a ti por una entrada sobre el shikakai, que lo acabo de probar y estaba buscando opiniones, pero me alegro de haberte encontrado!!
Yo tengo un blog donde estoy empezando a publicar cosillas de cosmética natural, pues desde que he sido madre se me ha saltado la alarma sobre las cosas que usamos y comemos y estoy descubriendo otro mundo
Saludos
Hola Raquel, gracias por tu comentario 🙂
Por ahora todo va genial con la lactancia, y al final es que llegas a la conclusión de que la teta para ellos es todo: es alimento y es consuelo. A medida que Teo crece me siento mucho más interesada en el tema emocional y en cómo les calma cuando están enfermos o tristes.
Y bueno…¡el shikakai me ha salvado el pelo! Creo que se me ha caído mucho menos desde que lo uso, y la verdad, más sano y natural no se puede encontrar mucho más.
Será un placer leerte, voy a buscar tu blog guapa.
Saludos!! ^^
Hola Llanos, qué bueno leer tus consejos. No dudes que te pueda consultar sobre éste y otros temas más adelante, cuando nazca nuestro frijolito. Saludos.
Será un verdadero placer ayudarte en la medida de mis posibilidades. Me alegro que te gusten 🙂