Ayer recordé que hace un par de meses en uno de mis viajes a Murcia, compré varios productos orgánicos y ecológicos. Entre ellos un paquete de Quinoa. Y pensé, voy a preparar leche de quinoa. Este cereal, originario de los Andes, se produce casi en exclusividad en América del Sur y Estados Unidos. Esta es una de las pocas cosas buenas que tiene la Globalización, que aunque consumamos plátanos de Chile más baratos que los de Canarias, podemos tener a nuestro alcance cereales y frutos que de otro modo no sabríamos ni que existen
Bueno, pues tenía mogollón de ganas de hacer algo con esto, porque la quinoa es un pseudocereal (o sea, una planta no gramínea que se usa igual que el cereal). Entre otras ventajas, y según la Wikipedia cuenta con los 8 AMINOÁCIDOS ESENCIALES para el ser humano (los que no pueden ser sintetizados por el propio organismo). Aparte de un puñao de proteinas (16 gr/100 gr), Omegas 3 y 6, fibra, minerales varios y complejo de la vit B. Una joya, vamos. A mí me daba pereza cocinarla porque lleva cierto trabajo (primero lavarla bien, luego cocerla…ufff)
Pero bueno, anoche estaba con el ritmo cambiado y a las tantas me puse a hacer leche vegetal de quinoa. Estoy en plan perrángana, he de admitirlo, y aunque me encanta cocinar de la forma tradicional, anoche eché mano de la Thermomix para prepararla. La receta la saqué sin ningún tipo de modificación del blog La Thermomix Sport. Si no tenéis Thermomix y os apetece probar algún tipo más de receta de quinoa (es estupenda en guisos, sopas e incluso ensaladas) os recomiendo fervientemente que visitéis el canal de Youtube de Dimensión Vegana (es realmente increíble). Su autor, Javier Guarascio, hace recetas maravillosas vegetales y dedica varios vídeos a deliciosos platos vegetales con la quinoa como protagonista.
Ingredientes:
30 gr de quinoa
10 gr azúcar moreno
1/2 cucharadita de sal marina
1 cucharadita de aceite de girasol
1 litro de agua
Preparación
Hay que lavar en primer lugar muy bien la quinoa, se escurre y se pone en el vaso de la Thermomix. Se agregan todos los ingredientes programando 16 minutos a 90 grados y velocidad 5. Al acabar, programar 1 minuto más con velocidad progresiva de 5 a 10. Se cuela (yo uso un cacho de media de nylon que me resulta más útil que el colador metálico). Se deja en una botella enfriar y a la nevera. Dura 2 días. Por el método tradicional se cuece en el cazo 16 minutos, luego en la batidora se tritura y se cuela igualmente.
Parece muy laborioso, al tener que hervir la quinoa, sí. Pero os puedo asegurar que merece la pena. Y mientras se calienta se pueden hacer otras cosas. Si la preparáis por la noche, la tendréis lista y fresquita a la mañana siguiente.
Con respecto al sabor y el aspecto, ya la veis, tiene un color blanco amarillento similar a la leche de almendra. El sabor es algo peculiar, suave y con un deje como a una mezcla entre nuez y haba. Yo ahora tengo las papilas gustativas híper sensitivas. Así que el primer sorbo me ha resultado raro raro, pero luego la he vuelto a probar y debo reconocer que está rica, así que a ver si os animáis y me contáis qué tal si probáis a hacerla 🙂
Holaa! Otra manera de comer quinoa es en sopa, como si fueran fideos